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La bruja Fuenfre se cuela en la biblioteca del colegio

Una tarde de octubre, apareció en la biblioteca del CEIP La Fuenfresca una señora con sombrero negro y puntiagudo, melena verde, ropa oscura, como de otra época, un caldero y una escoba. Parecía desorientada porque decía cosas incongruentes. Al cabo de un rato de intentar hablar con ella, la responsable de la biblioteca comprendió que era una bruja maltrecha y despistada tras haber sufrido un accidente, posiblemente al caerse de su escoba. Al parecer, había olvidado todos sus hechizos e incluso su nombre.

Con el fin de ayudarla, se propuso a los niños del colegio que escribieran algunos, para que pudiera seguir siendo una buena bruja. En pocos días, su caldero se llenó de palabras mágicas en español e inglés y sorprendentes dibujos. Como agradecimiento a los alumnos, decidió tomar como nuevo nombre Fuenfre.

Si alguien tiene curiosidad en conocer la nueva carta de hechizos de la bruja, en la biblioteca hay una exposición con todos ellos hasta mediados de diciembre.