Gracias a la charla de Javier Millán ayer descubrimos cosas muy interesantes sobre el mundo del cine y los dinosaurios, algunas tan sorprendentes como que los dinosaurios todavía existen. ¿Cómo? ¿Qué los dinosaurios existen? Pero si de verdad, en vivo, nadie ha visto ninguno, reconocían ayer los niños, pero para todos era algo....
claramente identificable. Con la visita muy fresca a Dinópolis, ayer participaron activamente en la charla, y preguntaron dudas y curiosidades sobre sus referentes, como el T-Rex, pero también cosas curiosas como por ejemplo, por qué los saurópodos tienen esos largos cuellos, o los trucos que ha utilizado el cine para darles vida.
En los inicios del séptimo arte, los dinosaurios eran mascotas de los humanos, y cobraban vida gracias a maquetas y más tarde echando mano de muñecos articulados y de la buena maña de artistas que se ponían al servicio del cine. Gracias a ellos, por ejemplo, un boxeador King Kong peleó en el cine con un dinosaurio en la gran pantalla.
También en el cine han cobrado vida los dinosaurios en el cuerpo de cocodrilos o iguanas, que los cineastas disfrazaban para intentar dar algo de miedo.
El cine ha hecho convivir a hombres y dinosaurios, aunque nunca se encontraron, y ha situado a cavernícolas y a cowboys peleando con ellos.
Y es imposible olvidar, tampoco lo hizo Javier Millán en la charla, a Spielberg y su Parque Jurásico que impactaron con las imágenes ya creadas por ordenador, haciendo muy reales a unos ejemplares que en algún caso escaparon del rigor científico en favor del espectáculo.
Todavía hay muchos dinosaurios por descubrir, avanzó también ayer el paleontólogo Rafael Royo, porque se trata de una ciencia muy viva, que mantiene a sus protagonistas presentes en cada niño que sabe enumerar, por pequeño que sea, a varios ejemplares de nombres imposibles.
Ciencia y cine, educación y convivencia. Todo un lujo en nuestra Semana Cultural.