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Cómo aprender a tomar meriendas saludables de manera divertida




La nutricionista Cristina Sánchez impartió el pasado viernes un taller sobre meriendas saludables en el nuestro colegio con el que desmontó mitos y ayudó con propuestas y consejos, prácticos para los padres y divertidos para los niños, sobre cómo elegir los menús para este momento del día en los más pequeños.
Organizado por la Ampa del colegio, estaba abierto a familias de todos los centros y era la continuación de otro que se ya se realizó introductorio sobre alimentación saludable.
El taller, que contó con una gran participación, comenzó con una charla teórica introductoria en la que las familias descubrieron por ejemplo, que el azúcar está muy presente y de manera excesiva en alimentos que no sospechamos. Así, no solo en la bollería industrial que reconocemos como alimentos poco saludables sino también en alimentos tan habituales como galletas, yogures de sabores o cacaos comerciales que suelen acompañar a la leche. Batidos o zumos industriales contienen una notable cantidad de azúcar que los más pequeños aprendieron a descubir mediante juegos en los que pescaban alimentos que debían ir a la caja de saludables o no saludables, o intentaban adivinar cuántos terrones de azúcar esconden alimentos que nos sospechamos que tienen en tanta cantidad.
La nutricionista alertó, por ejemplo, de que casero no siempre es sinónimo de saludable, sobre todo cuando hablamos de dulces o embutidos. Y también que hay opciones para sustituir estos alimentos por otros más adecuados, aunque parezca difícil. Se trata de “desacostumbrar” a los niños a los sabores tan dulces y enseñarles, por ejemplo, que el sabor del yogur es ácido o el de la leche con cacao tampoco tiene que ser dulce.
Entre las propuestas más recomendables de meriendas está la fruta, según explicó a los padres, pero también ofreció alternativas por ejemplo para la leche del desayuno como es incluir un poco de cacao natural en lugar de otros añadidos.
El taller tuvo gran participación y de hecho, fue necesario limitar el número de plazas para facilitar la participación de las familias, que disfrutaron de una merienda final con productos saludables, que elaboraron en parte los niños.
Por ello, está previsto realizar un segundo taller para todas las personas que tuvieron que quedarse en lista de espera. El objetivo final es mostrar que es posible introducir a los más pequeños en una alimentación saludable, poco a poco, mostrando las alternativas y consiguiendo hacerlo divertido.