El pasado 16 de diciembre ,Esperanza González enfermera especialista en salud mental, psicoterapeuta psicoanalítica y logopeda, acudió al CEIP Fuenfresca para hablarnos de “Disciplina positiva” dentro del programa de escuela de Padres de Fapar.
Disciplina positiva entendida como un modelo educativo que sirve para comprender y regular las actitudes y comportamientos de los niños y guiarlos de forma positiva, afectiva, firme y respetuosa para con ellos mismos y los demás.
Basándose en el amor, favorecer la comunicación y la empatía reconduciendo las conductas inadecuadas desde el respeto, sin luchas de poder (donde muchas veces encontramos un camino sin retorno) y de forma positiva y constructiva.
A veces en el día a día nos vemos inmersos en explicaciones estériles a nuestros hijos que nos llevan a perder los nervios imponiendo castigos y chantajes en situaciones donde no vemos salida, llevados por la angustia y ansiedad de rectificar una conducta inadecuada.
Esperanza nos invitó a calmarnos, pensar y reconducir la situación, no aplicando nunca el castigo físico. Señalando la conducta problema y siendo capaces de evidenciar ante el niño nuestra emoción “no me gusta esto que estás haciendo” evitando generalizaciones para centrarnos en la conducta concreta.
Incluso aunque realicen verbalizaciones peyorativas en momentos de desbordamiento, no perder la calma ni tomar en cuenta esas palabras dichas desde el enfado.
Plantea no limitar a los niños con las expectativas paternas, no negarles sus emociones o el sufrimiento propio o de los demás, facilitar espacios de comunicación sin pantallas y saber negociar con nuestros hijos desde límites claros. Porque finalmente los niños precisan modelos y límites que les permitan conocer el mundo donde viven, les aporten seguridad y les permita crecer como seres individuales.